Es muy fácil decir “no te lo tomes personal” a otra persona cuando somos nosotros los que vivimos ofendidos por lo que alguien más diga. Y no es que seamos problemáticos por gusto es que fuimos criados así.
De manera inconsciente copiamos las actitudes de nuestros padres y hasta la de nuestros amigos y sin darnos cuenta terminamos haciendo lo que tanto odiamos.
Cuando digo “no te tomes nada personal” no estoy diciéndote que no te ofendas, te estoy diciendo que entiendas que lo que el otro dice, lo dice desde su propia experiencia.
Hace poco me enteré que una persona cercana había dicho que le importaba muy poco mi opinión porque yo era una psicóloga frustrada, porque eso es lo que son los coaches, según ella.
Tuve dos opciones: ofenderme por lo que dijo o ignorar lo que piensa. La verdad no me ofendí porque se que ella habla desde su realidad y su ignorancia. Molestarme sería darle la razón.
Entonces ¿cómo hacer para que no te afecte lo que digan los demás?
- Acéptate como eres: Muchos creen que centrándose en sus virtudes y olvidándose de sus defectos mejorarán su autoestima. Lo que evitas y olvidas quedará escondido hasta que alguien toque ese punto débil. Trabaja y acepta tus defectos así no tendrás debilidad emocional.
- Todos tenemos defectos y virtudes: No te castigues por tus defectos, acéptalos y recuerda que nadie es perfecto.
- Tu mismo te haces daño: Nadie hace que te molestes, eres tu mismo quien hace que el comentario de los demás te haga daño. Si te ofendes por lo que otro diga es porque en el fondo estas de acuerdo. No seas tan duro contigo mismo ¡Deja de ser tan dura contigo misma!
Cuando eres inmune a la opinión de los demás dejas de ser la víctima y alejas el sufrimiento y el drama, pero ojo no basta solo con decir, “a mi no me importa lo que digan los demás”, es vivirlo y aplicarlo.