¿Alguna vez te has puesto a pensar en que no hay enemigo más grande que tu mismo?
No hay nadie en el mundo que conozca tus peores miedos, inseguridades y limitaciones que tu, y lo peor de todo es que tenemos la capacidad de usar esa información en nuestra contra, trayendo como consecuencia el abandonar proyectos, colocar barreras imaginarias, insatisfacciones, desánimo, tristezas y un montón de cosas más.
Por eso es que es tan fácil dudar dos veces algún plan personal que tengamos y que se produzca el “overthinking”.
Si de verdad nos diéramos permiso para disfrutar las cosas que amamos seríamos absolutamente felices y escaparíamos de una vez por todas de nuestra propia prisión mental.
Para poder entender el proceso que conlleva el permitirnos amar a plenitud, sin importar lo que digan los demás, debemos estar consientes de QUÉ ese eso que nos devuelve la vida.
Qué es eso que nos libera del “piloto automático” y nos da una sensación de plenitud. Y no me refiero a algo monetario, me refiero a actividades que te hagan crecer como persona, que te hagas absurdamente feliz.
Para determinar que es lo que quieres hacer, primero debes pensarlo fríamente, no puedes pensar o creer saber lo que quieres mientras estás cocinando o trabajando, debes tomarte 5 min antes de dormir para decidir que es lo que harás. Escucha tu cuerpo, agarra señales y no Descartes nada de lo que pienses.
Puede que al inicio tus ideas sean un poco locas, difíciles de cumplir o sean costosas, pero con este escrito quiero echarte una mano y voy a darte unos ejemplos generales que te ayudarán a aprender amarte, a estar feliz (aunque sea por un período de tiempo muy corto), y a saber manejar situaciones de estrés.
Parece poco pero créeme que cuando empiezas a ser consciente de cómo mejorar situaciones cotidianas de estrés, tu estado mental, físico y espiritual mejorará un montón y obtendrás mayors beneficios sin siquiera buscarlos.
Tómate un día libre: Se trata de hacer lo que realmente quieres hacer.
Pasos para que sea EL MEJOR día libre de tu vida:
- HAZ LO QUE QUIERAS, no lo que debes hacer. Olvídate de los que haceres del hogar. Quédate en Pijama todo el día, come lo que te provoque. Ve Netflix hasta que no puedas más.
La idea en general es hacer todo aquello que quieres por un día SIN SENTIRTE CULPABLE. Es un día donde solo importas tú. Claro si tienes niños el escenario cambia. Solo tienes que moldearlo a tu situación.
Y no se trata de que no hagas nada, se trata de que las cosas que hagas las hagas sin sentirte culpable, sin juzgarte y pensando en ti.
- Ejercítate
Se que lo primero que te vino a la cabeza es “no tengo tiempo”, pero es cuestión de prioridad.
Ejercitarse no quiere decir que vayas 2 horas al gym. Quiere decir que te actives y hagas cosas que antes no hacías. Por ejemplo: Camina solo 30 min. Sube y baja escaleras. Si te gusta trotar hazlo por poco tiempo y poco a poco vas incrementando el tiempo. Tu cuerpo te lo pedirá.
La importancia de hacer ejercicio se debe a que permites que tu cuerpo libere endorfinas. Haces fluir las energías en tu cuerpo. Consigues con el tiempo mejorar tu figura y lo más importante tu estado de ánimo mejorará notablemente y eso te aleja de tus inseguridades.
- Haz un detox 2.0
Muchas veces seguimos a personas en las redes sociales porque en algún momento nos interesó lo que compartía, sin embargo, nuestros gustos, metas y propósitos pueden cambiar cada cierto tiempo y cuando nuestras metas no van relacionadas con el contenido que consumimos en Instagram es cuando sucede la motivación equivocada o desmotivación.
¿Cuántas veces te has sentido mal contigo misma cada vez que ves la foto una instagramer fitness por las veces que no has ido a entrenar? Pues una cosa es sentirte mal y otra culpable y que esa culpabilidad te arrastre y le des espacio a las inseguridades.
Si tu meta actual no es el fitness deja de seguir esa cuenta y la retomas cuando estes decidida. Y esto aplica para todo, y mucho más si estás tratando de crear una marca personal.
Es bueno que tengas referencias de cuentas para que veas mas o menos lo que quieres y a donde quieres llegar, pero esto también se presta para la depresión 2.0 como la llamo yo.
¿No te ha pasado que empiezas tu día como de medio mal humor y en cuanto revisas el IG terminas completamente molesta y cuestiónandote tu camino? Pues a eso me refiero. No necesitas eso en tu vida. Deshazte de esas cuentas.
Mientras más cuentas alineadas tengas hacia ti menos probabilidad hay de que te cuestiones tus metas y tus avances.
- Disfruta los pequeños logros
Una de las cosas más difíciles de hacer es celebrar lo que hemos logrado. Estamos tan concentrados en lo que queremos en el futuro que realmente no nos detenemos a ver el presente y eso como consecuencia hace que el estrés se apodere de ti, dudes de tus capacidades y te rindas más rápido.
La verdad es que si vemos las metas como logros de corto plazo nos quitaríamos de encima mucha presión. No nos exigiríamos tanto y disfrutáramos el proceso. Ojo, no con esto digo que no debes trabajar duro, si, solo que no debes ver nada más lo que te falta sino todo lo que has recorrido.
Una manera de celebrar los pequeños logros, es repasar antes de dormir todas las cosas buenas que cumpliste en el día.
A veces damos por sentado tantas cosas que no nos fijamos de las maravillas que hay en cada avance, por muy pequeño que sea.
- Agradece
Este va de la mano con el anterior. Cuando te detienes a enumerar todas las cosas buenas que te pasaron en el día de tas cuenta de que no fue tan malo como creías y con esta rutina comienzas a optar una nueva manera de ver las cosas y cuando una situación incómoda o un pensamiento negative te viene a la mente tienes esa capacidad de desecharlo y mantenerte enfocado en tus metas.
Mientras más agradecida eres más disfrutas de lo que tienes y más segura te vuelves. De esta manera te liberas de tu Verdugo – tu misma- y vives un poco más feliz.
